La pérdida de biodiversidad en el planeta, es decir la extinción masiva de especies de flora y fauna no tiene precedentes en la historia geológica. Las estimaciones del número de especies en el planeta fluctuan entre 1.4 millones y 33 millones de especies. Las estimaciones más aceptadas sitúan a la diversidad total del planeta alrededor de 10 millones de especies. Solamente el 10-15% de las especies existentes han sido clasificadas lo que hace aún más necesario conservar la biodiversidad por su valor intrínseco y casi desconocido para la humanidad (World Resource Institute, 2001). Todavía se siguen descubriendo nuevas especies inclusive nuevas aves y mamíferos. Como promedio, cada año se descubren alrededor de tres nuevas especies de aves; en 1990 se encontró una nueva especie de primates. Otros grupos de vertebrados ni siquiera han sido descritos completamente: se estima que el 40% de los peces de agua dulce de América del Sur todavía no han sido clasificados (World Resource Institute, 2001).

Fundamentalmente la tasa de extinción de los últimos 100 años ha llevado a que en la década de los 80's se desarrollará una nueva disciplina científica denominada 'Biología de la Conservación'. Soulé (1980), quién fuera uno de los creadores de esta nueva rama de la ecología la definió como una ciencia de crisis que estudia las causas de la declinación de las especies de vida silvestre. Es así como durante los últimos veinte años se ha tratado de revertir la tendencia de muchas especies hacia su declinación poblacional y extinción total con algún grado de éxito, pero fundamentalmente la tendencia hacia la declinación de especies parece continuar en alza.

En este escenario de crisis ambiental, las ciencias veterinarias han aportado con técnicas,análisis de laboratorio y el esfuerzo de investigadores independientes, que han tenido que migrar desde el campo propio de medicina veterinaria hacia ámbitos más exclusivos de la biología e historia natural. El grado de participación de los médicos veterinarios en vida silvestre, si bien tiene aspectos positivos y destacables, no ha sido todo lo protagónico y relevante que la formación veterinaria permite. La potencialidad del médico veterinario en conservación es muy amplia, ya que es un profesional que maneja herramientas propias de las ciencias biológicas y ademas profundiza en aspectos relacionados con la medicina, producción y salud pública, lo que le da una visión global de los problemas que atañen una especie animal.

La falta de interés por parte de las facultades de medicina veterinaria de impartir disciplinas relacionadas con ecología y biodiversidad animal, y especialmente la falta de reconocimiento de la fauna silvestre como parte del mundo animal y por tanto, materia de las ciencias veterinarias; han sido algunos de los motivos fundamentales que han llevado a la poca inserción de veterinarios en conservación biológica. Sin embargo, la constante presion e interés de los estudiantes en la preservacion de la vida silvestre, hace que el numero de veterinarios trabajando en conservacion biológica sea creciente, y por ende lo sea el interés de las facultades de medicina veterinaria.

El surgimiento de un nuevo concepto denominado Medicina de la Conservación, integra en mejor forma al médico veterinario a la conservación de fauna. La Medicina de la Conservación es una disciplina emergente que une la salud humana y animal en un contexto ecológico. La Medicina de la Conservación estudia los efectos de las enfermedades emergentes en vertebrados terrestres y su impacto en la salud humana, ganadera y en la conservación de especies en peligro. El concepto de salud une a todas las especies del planeta. Es el principio unificador que sostiene la vida a todos los niveles en un continuo inextricable de interdependencia. El enfoque de Medicina de la Conservación promueve la investigación biomédica interdisciplinaria y la educación acerca de la epidemiología de enfermedades de animales silvestres y de su conservación. Por otro lado, busca tanto el bienestar de los humanos como de los animales, a través del entendimiento del contexto ecológico de la salud.

Los esfuerzos de conservación y la comprensión de por qué las enfermedades emergentes están ampliando su distribución requieren de un enfoque interdisciplinario que pueda abordar los complejos tópicos ambientales, sociales, médicos, ecológicos, económicos y políticos a los que se enfrenta el mundo de hoy.

'La Medicina de la Conservación provee el contexto ecológico para el manejo de la salud en la conservación de vida silvestre y la seguridad sanitaria del ganado y el bienestar y salud humana'

La Medicina de la Conservación analiza los problemas de salud en un contexto ecológico. Por primera vez, se establece una triada que relaciona salud humana, salud animal y salud de ecosistemas (ver figura). Este nuevo enfoque estimula el trabajo conjunto de profesionales de distintos ámbitos para contribuir al manejo sostenible de la biodiversidad, asegurando la salud de los ecosistemas naturales y preservando la salud pública humana. De esta manera, se intenta analizar los problemas ambientales no sólo centrados en el bienestar humano, sino que también considerando que la salud de los ecosistemas es esencial para la sostenibilidad del hombre en la biósfera. Este marca una diferencia fundamental y permite que la medicina veterinaria juegue un rol protagónico.

Específicamente, la medicina de la conservación se preocupa de temas como el hantavirus y sus implicancias en salud humana. Hantavirus, como enfermedad emergente reúne todos los requisitos para ser abordada como un problema propio de la medicina de la conservación. Primero se radica en poblaciones de animales silvestres, por lo que el componente ambiental es fundamental. Segundo, produce un riesgo sanitario de proporciones al hombre y tercero, está radicado en el medio agropecuario donde médicos veterinarios ejercen su labor profesional. Hantavirosis requiere el trabajo multidisciplinario de ecólogos, salubristas públicos y conservacionistas, ya que tanto las causas como las medidas de control tienen orígenes y consecuencias medioambientales. La aparición de enfermedades emergentes, problemas toxicológicos en especies silvestres en diferentes partes del mundo (por ejemplo contaminación por pesticidas, metales pesados, dioxinas), llevan a que la medicina de la conservación sea una necesidad de los tiempos actuales.

Medicina de la Conservación en Chile

Fauna Australis, grupo de investigación creado en la Facultad de Agronomía y Forestal de la Pontificia Universidad Católica es el primer grupo en Chile que adoptó los conceptos de medicina de la conservación entre sus líneas prioritarias de investigación.

Uno de los proyectos actualmente en ejecución es el estudio de los efectos de factores naturales y la competencia con ganado domestico, sobre la viabilidad en la poblacion de huemul (Hippocamelus bisulcus) en la Patagonia Chilena conducido por las Dras. Pia Bustos y Eleny Montero en colaboración con CONAF XI Región (Dr. Cristian Saucedo) y Raleigh Expedition financiado por The Wellcome Trust y Darwin Initiative (Foto 1). Este proyecto tiene como objetivos el estudio de la ecologia de alimentacion y el uso de habitat del huemul, la evaluacion de la competencia entre ganado domestico, guanaco y huemul, y el estudio de la interferencia espacial entre ellos; y la evaluacion de la posible transmision de enfermedades entre ganado domestico y huemul (más detalles en: www.fauna-australis.puc.cl).

Un segundo proyecto en tarucas o huemul del Norte (Hippocamelus antisensis) comenzará en la segunda mitad del año 2001 patrocinado por Wildlife Trust. La Taruca o Ciervo Andino es una especie casi desconocida y cerca de 700 animales se encuentran en estado silvestre. Estos pocos animales enfrentan constantes conflictos con ganaderos locales en la zona pre-andina de la I Región de Chile.

Los objetivos del trabajo de Fauna Australis en tarucas serán describir algunas variables fisiológicas y de salud de las poblaciones de tarucas en áreas donde habitan en simpatría con ganado doméstico y guanaco para describir las interacciones entre vida silvestre y ganaderos en términos de uso del espacio y competencia por recursos.

Dentro de las principales actividades a realizar se encuentran la captura de una muestra de animales mediante dardo anestésico y posterior liberación para tomar muestras de sangre y evaluar su salud y estado nutricional. Además se estimará el tamaño poblacional en el área de protección y se caracterizará su habitat.

Sin lugar a dudas la medicina de la conservación se convierte en el marco conceptual que hacia falta para que la incorporación de médicos veterinarios a la conservación fuera plenamente entendida y las ciencias veterinarias puedan acoger este nuevo ámbito de acción dentro de su quehacer profesional. El desafío está en satisfacer la creciente demanda de la sociedad por profesionales capaces de resolver problemas complejos que involucran salud humana, animal y de vida silvestre.